jueves, 15 de octubre de 2015

Abducción.

¡Ay, Señó'! Al fin tengo un ratito para pasarme por aquí, amigas y amigos. Echo mucho de menos poder escribir más a menudo, pero ¡eso sí! Que os leo desde el móvil en mis insignificantes ratitos libres, ¿eh? El infalible antigrasa de Amelia -Fairy forever, jajaja-, lo bien que va Curvitas que ya se va alejando cada vez más de las tres cifras -enhorabuena ^^-, la receta de tallarines de calbacín de Ceci -hoy mismo lo estoy haciendo, ¡ñam!-, las celebraciones de Pili -¡felicidades atrasadas, guapa!-... En fin, que me da alegría leeros y siento no poder comentar todo lo seguido que me gustaría. :(

Y diréis, ¿por qué tanta desaparición? ¿Es que me han secuestrado? ¿Abducido? ¿Amordazado? Pues más o menos. ¡Que la facultad me tiene chupada la vida! Los días de semana lo único que hago es estudiar -hoy se han alineado los planetas y no tengo casi nada que hacer- y los fines de semana los aprovecho para estar con mi chico y mis amigas... ¡Así que ya veis! La verdad es que estoy contenta, me noto totalmente distinta a como era hace cinco años en la facultad: he perdido la vergüenza para hablar en clase, me intereso por prepararme todas y cada una de ellas, me esfuerzo más que nunca, algo que me hace sentir realizada. ^^ 
Es verdad que ayer me dieron un palo con respecto a las convalidaciones de mi antigua carrera... Todavía no tengo la resolución sobre si me las aceptarán o no, pero me encontré con un chico que estuvo en una situación muy parecida a la mía (si no, casi igual) y al que no le convalidaron casi nada. Estoy muerta de miedo. Como sea así, me quedarán uno o dos años más de los que esperaba para acabar la carrera y no creo que mis padres puedan permitírselo -mi hermano entra en la facultad supuestamente en dos años y a él también tendrán que mantenerlo-. En fin, intento no preocuparme en exceso, que ya tendré tiempo de sufrir si al final me dicen que no me convalidan nada, pero es más fácil de decir que de hacer. Por eso, procuro mantenerme ocupada. Pongo todo mi empeño para que todo salga perfecto en las asignaturas a las que me he apuntado: me he convertido en la pesada-cansina que siempre interviene en clase, y me encanta, jajajaja.

Aparte de esto, con respecto al peso y recordando mi entrada anterior, teníais mucha razón y os agradezco los comentarios, sois todo amor. Poco después de escribir esa entrada me vi en los 75 kilos again. En principio me enfadé, la verdad, pero luego decidí seguir vuestro consejo -que fue bastante generalizado-: no me agobié más. Seguí a lo mío, haciendo deporte, centrándome en la facultad, comiendo sano... Y ahora ya veo los resultados. Vuelvo a ver un 72,9 kg. en la báscula y ya no sólo eso, si no que la ropa me está más ancha y me siento mucho más ligera.
Sigo corriendo, y la verdad es que me va bien. Ya hago 45 minutos seguidos, ¡yuhu! Vale, que voy a un ritmo en el que me adelantan hasta las abuelas que salen a caminar. Un ritmo que si fuera más lento, iría directamente para atrás. Un ritmo que... Bueno, creo que ya se ha entendido. Oye, ¡algo es algo!


Seguid cuidándoos que la Navidad ya está aquí y habrá que estar ya buenorros/as para poder comer polvorones sin (mucha) culpabilidad. ¡He dicho!
Un besazo fuerte,


Noa.